Igual que otras disciplinas o ciencias relacionadas con el autoconocimiento, desarrollo personal, etc., los resultados a conseguir no se obtienen de forma mágica, sino que, es necesario cumplir una serie de requisitos tanto por parte del profesional como el cliente, con el fin de que éste último obtenga aquellos resultados que desee alcanzar.
En el caso del Coaching, el profesional es el coach y el cliente el coachee.
Destacaremos algunos puntos imprescindibles para que la sesión o proceso de coaching pueda ser lo más productiva y efectiva posible.
Como punto de partida, es importante que el coach informe al coachee, previo a la primera sesión, qué es el coaching, de qué tratan las sesiones, para qué le puede servir y sus condiciones. Existe mucha desinformación en referencia a dicha área, con lo que se considera imprescindible explicar claramente dichos puntos.
Por otro lado, será necesario establecer las bases de las sesiones, es decir, informar de la confidencialidad de las mismas, que no habrá juicios por parte del coach a lo que el cliente manifieste y que el coach no será el responsable de aportar soluciones al asunto que el coachee traiga a la sesión, sino que, será el coachee quien deberá encontrar sus propias soluciones en base a las preguntas del coach (preguntas poderosas).
La formación en Coaching será necesaria para poder llevar a cabo (como Coaches), sesiones y/o procesos de Coaching de manera óptima.
Es necesario que, en cualquier proceso de Coaching, para poder llegar a un objetivo sepamos cuál es éste. Para ello, el coachee debe saber qué quiere conseguir o en su defecto, ir sabiéndolo a medida que se lleva a cabo las diferentes sesiones de Coaching.
Será necesario un alto grado de compromiso y motivación por parte del coachee de querer llevar a cabo todas aquellas acciones (tareas) que se definan en el Plan de Acción (si lo hubiere) a realizar entre sesión y sesión, o bien durante todo el proceso.
Es importante que el coachee esté abierto a explorar, indagar y hacer introspección en uno mismo para poder descubrir o hacer florecer aquellos recursos, pensamientos, emociones, etc., hasta el momento escondidos o desconocidos y que pueden ser realmente útiles en el camino hacia el objetivo del cliente.
Es recomendable iniciar la sesión, tanto por parte del coach como del coachee, en un estado de calma y tranquilidad, ya que el tener muchos pensamientos y asuntos varios en nuestra mente, podría afectar a la propia sesión.
El coachee será el responsable de conseguir su objetivo mientras que el coach será el responsable del acompañamiento y del proceso de Coaching.
No son pocos los beneficios que una persona puede obtener a la hora de participar en un proceso de Coaching, aunque se deben de tener en cuenta estos puntos básicos para hacer de la sesión o del proceso de coaching lo más provechoso posible.
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