A continuación veremos algunas de las presuposiciones básicas que rigen la Programación Neurolingüística (PNL) para entender la base de dicho modelo.
- El mapa no es el territorio:
Tendemos a pensar que nuestra realidad (como pensamos y vivimos las cosas), es la realidad de todas las personas. La realidad es totalmente subjetiva, ya que cada uno de nosotros tiene una representación interna diferente de todo lo que sucede a nuestro alrededor. Por tanto, la realidad de uno no tiene porque ser la realidad del otro.
- Procesamos toda la información a través de los 5 sentidos.
Captamos la información de nuestro exterior gracias a nuestros sentidos aunque se pierde parte de esta información debido al mal uso de los mismos. Gracias a la PNL se puede entrenar nuestros sentidos con la finalidad de obtener más información del exterior, abriéndolos y siendo más conscientes del uso de los mismos.
- Toda conducta tiene una intención positiva.
Todas nuestras conductas buscan algún tipo de beneficio para quien las realiza, aunque este beneficio no sea del todo consciente. Gracias a la PNL se puede profundizar y distinguir entre la intención de la conducta y la conducta por sí misma.
- Toda comunicación se entiende y mide por la respuesta (verbal y no verbal) obtenida de la otra persona.
La PNL en la comunicación va más allá que emitir simplemente un mensaje a un receptor, sino, producir una retroalimentación en la comunicación habiendo dos emisores y dos receptores y adecuando nuestra comunicación para el entendimiento de la otra persona y viceversa.
- No podemos querer que los demás vivan desde nuestro mapa.
Es importante entender que cada persona tiene un mapa mental diferente y, por tanto, su interpretación de la realidad será diferente. Mediante herramientas de la PNL podemos llevar a cabo un conocimiento, entendimiento y aceptación del mapa mental que tiene la otra persona, ya que éste será tan válido como el mío.
- Todos disponemos con los recursos necesarios para conseguir los objetivos que deseamos.
En muchas ocasiones no somos conscientes de que ya disponemos recursos válidos para afrontar ciertas situaciones. Aunque no dispongamos los recursos específicos para conseguir aquello concreto que queremos conseguir, podemos crear nuevos recursos a partir de los que ya tenemos para poder alcanzar dicho objetivo. Nuestro recurso principal es nuestra capacidad de poder aprender.
- Toda conducta biológicamente puede ser aprendida por la otra persona.
Lo que es posible para una persona es posible para otra (dentro de ciertos parámetros). Todos disponemos de capacidades suficientes o bien recursos para poder crear dichas capacidades.
- No existe el fracaso, es información.
Si no conseguimos el resultado que deseamos no significa que hemos fracasado, sino que, obtenemos una respuesta e información (feedback) de nuestra experiencia vivida. Si algo no nos funciona o no obtenemos lo que perseguimos, buscaremos caminos diferentes para obtener el resultados diferentes. El fracaso es la puerta del aprendizaje.
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